jueves, 4 de noviembre de 2010

4 de Noviembre-Aniversario de la Revolución de Túpac Amaru II



En el siglo XVIII durante la colonia, hubo momentos en que la administración española sobre las tierras conquistadas de América del Sur, atraviesa por etapas cruciales debido a que los virreyes y corregidores, junto a otros funcionarios designados por la corona, perpetraban una serie de abusos contra los indios, con trabajos forzados como la mita, que ponían a la población en situación de descontento por la injusticia reinante.
En esos tiempos y, con el fin de abarcar más dominios, los españoles reconocían títulos nobiliarios a los descendientes directos de la nobleza Inca y familias pudientes.
Los Condorcanqui eran descendientes directos de la nobleza Inca. Su historia genealógica demuestra la cercanía a Túpac Amaru I, quien, a su vez, fue hijo de Manco Inca y nieto de Huayna Capac. Don Miguel Condorcanqui y Doña Rosa Noguera tuvieron un hijo, José Gabriel, que sería el heredero del cacicazgo de Tungasuca.
En la zona sur oriente del territorio nacional y en las inmediaciones de Langui ,se hallan los poblados de Surimana, Tungasuca y Pampamarca, los cuales forman el cacicazgo de Tinta , de aproximadamente 30 leguas de largo y 15 de ancho, en un valle por el cual pasa el río Vilcanota .
José Gabriel de Condorcanqui, Túpac Amaru , estaba dedicado al arriaje o trasporte de artículos a lomo de mula, lo que le permitía viajar y conocer a mucha gente. Los españoles consideraban con desprecio esta actividad.
El conocimiento de la realidad de los pueblos del Perú y su crítica observación de las situaciones de orden social que sufrían, hizo que Túpac Amaru sea un hombre con una profunda filosofía humanista.
Efectivamente, sintiendo este pesar, genera una serie de peticiones y efectúa trámites destinados a lograr una rectificación de la conducta de los dominadores, en beneficio de los conquistados, pero sus esfuerzos son infructuosos, pues la sed de riqueza y poderío de los españoles eran incontrolable.
Demostrando las injusticias cometidas una y otra vez, Túpac Amaru llega hasta las autoridades en busca de un mejor trato para los Indios del Perú. Son las primeras señales de protesta del hombre que se convierte en un caudillo, por el respeto profundo a quienes considera sus hermanos de sangre.
Los elevados impuestos y los nuevos repartimientos realizados a la llegada del virrey Agustín de Jáuregui, provocaron que Condorcanqui encabezara en 1780 una insurrección de indios y mestizos, una de las sublevaciones más importantes de la época colonial.
Mientras tanto, en el sur, los indios de Huánuco, Paco y Urubamba, protestaron contra los corregidores de la corona, donde murió el corregidor de Chumbivilcas, Don Jerónimo de Sajaste a mano de los indígenas. También se produjeron desórdenes en Lambayeque, Huaraz, Huancavelica y Arequipa.
Túpac Amaru había iniciado una basta campaña por el sur, en los poblados de Puno y el virreinato del Río de la Plata, volviendo el 13 de diciembre, siendo aclamado como Rey por los pueblos del Alto Perú.
Se proclamó Inca y cambió su nombre por el de Túpac Amaru, después del asesinato del corregidor de Tinta, Antonio Arriaga y derrotando a las tropas españolas en Sangarará.
En tanto en el santuario de Tungasuca , convertido en cuartel general de Túpac Amaru, se emiten bandos y disposiciones que son publicados en todos los pueblos. También los españoles dictan disposiciones que califican de subversivo el comportamiento de Túpac Amaru.
Su siguiente paso será cercar Cuzco pero fue derrotado por Gabriel de Avilés en 1781, gracias a los refuerzos enviados desde Lima y a la ayuda del cacique Pumacahua.
Túpac Amaru fue apresado y ajusticiado en Cuzco tras la ejecución de su esposa, doña Micaela Bastidas, su hijo, su cuñado y la cacica de Acos. El movimiento independentista en el Alto Perú continuará durante dos años más gracias a los hermanos Catari.
La sublevación de Túpac Amaru, aunque fue sofocada, sirvió para que los ministros de Carlos III modificaran los abusivos impuestos sobre los indígenas -como la mita- y suprimieran los repartimientos.
El amor, la lucha contra la injusticia y la rebeldía unieron las almas de José Gabriel y Micaela Bastidas.
En el Cuzco, Micaela Bastidas, alma de la rebeldía, da las órdenes y escribe a José Gabriel.
Mensaje de Micaela Bastidas a Túpac Amaru:
“José Gabriel, creo que eres un hombre excepcional y que tu destino esta ligado a los pueblos de esta América oprimida. Esta tierra de cóndores y nevados, ha clavado una esperanza en ti y de sólo escuchar tu nombre, los demás hombres yerguen la cabeza y alistan los brazos, y las montañas, parecen contemplar atónitas tu decisión de luchar contra el dominador hasta vencerlo”.
“Yo ya no tengo paciencia para soportar todo esto, hace algunos días he publicado varias ediciones en tu nombre, pues he comprobado que algunos nos han traicionado y quiero que sepas que no deseo que nada malo te ocurra, pues tus victorias son las mías, que tus inquietudes y esperanzas están clavadas en mi alma, que yo estaré contigo y con nuestro pueblo y brindando la vida misma”.